Después de estar una semana en Roma acabamos, como quien dice, de aterrizar en casa. Ahora toca organizar fotos y clasificarlas para luego hacer un álbum o vídeo. Revisar tickets para ver los precios de lo que hemos consumido y compararlo con lo que habitualmente pagamos. Entrar en distintas webs a dar la opinión sobre el alojamiento o sobre el transporte utilizado o sobre la cena del restaurante de turno. Así que, una vez hecho todo esto, porqué no hacer un listado de consejos y otras cuestiones por si alguien está pensando en viajar a Roma!!.
Algunos consejos y cuestiones antes de viajar.
Un viaje se empieza a disfrutar meses antes de que llegue la fecha de partida. El mero echo de tener que buscar información de los lugares a visitar, itinerarios que quieres hacer, recabar opiniones de otros viajeros, ver fotos de los lugares que visitarás o comparar precios de vuelos, hoteles, restaurantes…te hace que empieces a disfrutar del viaje mucho antes de montar en el avión, barco o coche.
En nuestro caso, la rutina que seguimos para organizar el viaje sería la siguiente.
Lo primero que hacemos es buscar un vuelo para las fechas en las que queremos ir. El buscador skyscanner.es nos facilita la labor bastante. Normalmente, si tenemos que buscar un vuelo lo hacemos con bastante tiempo. El vuelo a Roma lo teníamos ya reservado desde primeros de año. (Me he pasado medio año con los dedos cruzados para que no nos cambiaran nada. Para que ni nos lo adelantaran ni nos lo atrasaran. Tuvimos suerte. Tan sólo con el vuelo de vuelta nos mandaron una notificación diciendo que se atrasaba cinco minutos. Hasta con los días de huelga convocados en Loiu (Bizkaia) para los meses de Julio, Agosto y Septiembre hemos tenido suerte).
Una vez reservado el vuelo es hora de buscar el alojamiento. En nuestro caso confiamos siempre en Booking.com (tanto para hoteles como para apartamentos) porque siempre te dan la posibilidad de anularlo con pocos días antes de emprender el viaje.
Esta vez elegimos un apartamento en Rione Monti. Muy cerca del Coliseo, Palatino, Foros Imperiales, Basílica de Santa María Maggliore, San Pietro in Vincoli…
Lo siguiente que suelo hacer es preparar el itinerario para los días que vamos a estar. Buscar información de los sitios que vamos a ver, consejos de otros viajeros, distancias que hay que recorrer, transportes públicos que podemos utilizar, lugares recomendados para comer, etc…Para ello son buenos aliados Google Maps, Google, Webs de viajeros, Webs de los lugares a visitar… Con todo ello me creo un documento en Word que luego convierto en PDF y lo descargo en el móvil a modo de “guía turística”.
Esta vez, también nos descargamos una audioguía gratis para llevar en el móvil. Y la verdad es que la hemos utilizado bastante. En la página de Civitatis puedes descargarte una gratis.
El siguiente paso es hacer las reservas via web de los monumentos o lugares a los que queremos entrar. Sueles tener que pagar algo más que si las cosgieses en taquilla directamente. Pero merece la pena con tal de no hacer colas de horas en plena solana.
En nuestro viaje a Roma llevábamos reservadas las visitas al Coliseo, Palatino y Foro Imperial y a los Museos Vaticanos y Capilla Sistina.
Un consejo: Si eres estudiante hazte con la Tarjeta de Estudiantes Internacional. Te puedes ahorrar un dinero en las entradas.
Para entrar al Coliseo, el ticket ordinario cuesta 14€ si lo reservas a través de su web (12€ si lo haces en taquilla, sufriendo la cola y rezando para que te toque esperar a la sombra). Si eres estudiante y tienes la tarjeta pagarás tan sólo 4€ si reservas por su web. (2€ en taquilla). En el Vaticano, si lo coges por su web, el ticket ordinario es de 17 € + 4€ por reservar por internet. Y el ticket reducido, el de estudiante, es de 8€ +4€ por reservar por internet.
Si estás pensando en subir a la cúpula de la Basílica de San Pedro y no quieres hacer colas eternas y extenuantes, programa para ese día madrugar, porque no se puede reservar por internet. Y prepárate a subir algo más de 500 escaleras previo pago de 8€. Aunque siempre te puedes ahorrar los primeros 231 peldaños subiendo en ascensor hasta la primera planta. Pero tendrás que pagar 10€. Luego, si quieres, continuas a patita hasta la cúpula. Dicen que las vistas desde ahí bien merecen el esfuerzo. Nosotros, esta vez, nos quedamos en el primer piso.
Y por último, decidimos y reservamos el transporte desde el aeropuerto hasta el apartamento. Existen varias opciones: tren, autobús, taxi, transfer…Y precios para todos los gustos. Desde algo menos de 6€ que te cuesta un bus (y tardas una hora en llegar al centro de Roma) hasta los 48€ que te puede costar el taxi hasta el centro de hora y llegando en unos 35 minutos.
Nosotros, después de barajar las diferentes opciones, optamos por un servicio privado de recogida. Por un transfer. Porque queríamos llegar cuanto antes al apartamento (35 minutos), ir cómodos, que nos dejasen en la puerta del apartamento (los buses y trenes te dejan en Termini) y que no nos saliera excesivamente caro. Así que reserve con una compañía con la que ya había reservado en un viaje anterior a Roma. Reservamos con enromatransfer. Tienes la ventaja de que lo puedes hacer unas horas antes de llegar y que pagas siempre en mano al conductor. Funcionan estupendamente. Son muy puntuales. Están en contacto contigo si tienen una incidencia. Te esperan si la incidencia la tiene tu vuelo. Los coches son amplios y con aire acondicionado. Y los conductores amables y, en algunos casos, hasta te hacen de guía en los primeros minutos en Roma.
Nota: No te olvides de llevar tu Tarjeta Sanitaria Europea. Cualquier problema un poco serio de salud que tengas te puede salir un ojo de la cara si te tienen que ingresar y no tienes un seguro médico. También es aconsejable que te hagas un seguro de viaje. Los hay muy sencillos y baratos que te cubren lo más básico. Esta vez nosotros hicimos uno con Mondo. Muy fácil de hacerlo.
Consejos para andar por Roma
El primer consejo es evitar ir en julio o en agosto. El calor es agobiante. Insufrible. Cansino. Y si sumamos a todo ello la cantidad de gente que hay en todos los lados, hará que en más de una ocasión saques lo peor de tí. Y que las vacaciones tan esperadas y tan organizadas acaben siendo una pesadilla.
Pero si aún así decides ir en estos meses no te olvides de meter una buena crema de sol. O acabarás con los hombros achicharrados, la punta de la nariz roja y el cuello quemado.
Hazte con algún termo para llevar agua en las excursiones y visitas que hagas. Roma tiene fuentes públicas por todas partes. Con agua bien fresquita. Hay fuentes en el Coliseo, en los foros, en las calles, en los museos del Vaticano…Te tropezarás con muchos vendedores de agua ambulantes. Que al grito de “guata-guata-guata” te querrán vender su agua. Ni caso. Tu ya tienes tu propia agua fresquita que no te ha costado ni medio céntimo.
Lleva un calzado cómodo. Seguramente vas a andar mucho. Porque vas a llegar hasta un sitio a ver un monumento, una ruina, un foro, una iglesia…y vas a ver que un poco más adelante hay otro monumento, iglesia, ruina…y un poco más adelante está un barrio con encanto o un puente que cruzar… Y sin darte cuenta te has metido, entre pecho y espalda, 6,5 km, que llegas al apartamento que matarías por una palangana con agua helada para meter los pies.
Pero sobretodo lleva calzado cómodo y de suela gorda, bien gorda, porque el adoquinado de Roma es mortal. Si en Bilbao tenemos nuestra baldosa típica y exclusiva, ellos tienen los “sanpietrinis”, unos adoquines pequeños y puñeteros, que como vayas con tacones te juegas el tipo.
Pero si no quieres andar (te perderás muchas cosas) siempre puedes moverte en transporte público. En Roma, como en la mayoría de las ciudades, tienes bonos de transporte. Pero en muchas de las webs sobre Roma que leí desaconsejaban comprarlo. Si vas a utilizar el bus como medio de transporte los tickets se sacan en los estancos. Suelen estar indicados con una T grande y azul. Si vas a usar el metro, los billetes se sacan en las máquinas que hay antes de entrar en el andén. Es muy fácil. Tienes explicaciones también en castellano El billete ordinario cuesta 1,50€ y lo puedes utilizar durante 100 minutos. Lo validas únicamente a la entrada del anden.
No esperes que los coches (y sobretodo las motos) paren en los pasos de cebra para que tu pases. Yo sospecho que es porque los pasos de cebra que hay los debieron pintar en la época romana y ahora apenas se ven las rayas blancas. Con lo que no te queda más remedio que dar el primer paso y rezar para que el conductor de turno vaya atento, tenga buenos reflejos y pare. O al menos te esquive, que es lo que suelen hacer las motos.
Aléjate todo lo que puedas de las zonas turísticas si quieres tomar algo. Roma es cara. Sobretodo a la hora de pedirte un café o un refresco o una cerveza. En el barrio nuestro, Rione Monti, un spritz nos costaba 5€. Por un café con leche frío y malo malísimo en la Via de la Croce pagamos 5€. Eso sí. La cafetería con sus camareros bien conjuntados y con una decoración bonita. Y servido en mesa. Por una coca cola cerca de la Basílica de San Pedro te clavan 4€. Y por una botella de agua en restaurante nos han cobrado hasta 3,5 €. La botella de las pequeñas. Y por una cerveza 7€.
Pero a pesar de estos pequeños inconvenientes , disfruta de Roma. Vívela. Ándala. Déjate envolver por su historia. Saboréala. Asómbrate con los tesoros que guardan sus iglesias. Y un último consejo. No dejes de lanzar una moneda en la Fontana de Trevi si quieres volver. Es lo que dice la tradición. Hace cinco años yo lancé la mía.